Han crecido un montón y tres de ellos ya están con sus nuevas familias. Ya tienen 12 semanas y están hechos unos gamberros. Ahora es el momento en que sólo quieren jugar y siendo cuatro cachorros los que aún hay en casa esto es un sin parar de ladridos, correteos y pequeños destrozos ;-)
He esperado bastante hasta empezar a dar a los pequeños. Creo que las enseñanzas de su madre durante estas primeras 12 semanas son fundamentales para ellos, para que, de adultos, sean unos perros equilibrados. En esta época de sus vidas son como esponjas y aprenden rápidamente, por ello quiero tenerles cerca para asegurarme de que están recibiendo la educación apropiada, tanto por su mamá, como por su "abuelita" humana.
Ya saben sentarse, están aprendiendo a no saltar encima de las personas cuando llegan a casa, a hacer sus necesidades de forma controlada y a estar en contacto con muchas cosas para que, e el futuro, nada les resulte desconocido y les asuste (aspiradores, niños correteando por la casa, gatos, visitantes...) y también están recibiendo la mejor alimentación y cuidados de salud para asegurar unos perros fuertes y sanos.
Estoy orgullosa de las familias que han llevado ya a sus pequeños a casa. Sé que son excelentes padres y que cuidan de ellos maravillosamente. Son gente responsable y muy concienciada de lo que significa tener un perro, y especialmente, un beagle.
La semana que viene, se llevan a otros dos, y aún quedarán dos pequeñitas que aún están buscando a la familia ideal.
Tengo fotos de casi todos (me falta una foto reciente de Max) así que os las dejo para vuestro deleite. Son preciosos...
Maya
Peque
Greta
Muffin con mami
Pipo
Tanque
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