lunes, 22 de octubre de 2012

Criando a un pequeño minino

Parece que se ha corrido la voz... ya van tres. Cada vez que aparece un gatito abandonado en mi urbanización acaba, de un modo u otro a las puertas de mi casa. Ya me conocen... no soy capaz de dejar a su suerte a ningún animal que lo necesite... y así me va...

Este verano he criado a dos gatitos de unos diez días que su madre no quiso cuidar, y hace dos semanas me llegó uno más. Todo un reto, porque el pequeño Salem (que así se llama) sólo tenía un día de vida.

 Éste es Salem, con cuatro días... está dentro de una tortuguera, muy útil porque se 
limpia fácilmente y le mantiene seguro


¿Vivirá,morirá? Es muy difícil enfrentarse a un animalillo cuya naturaleza está programada para hacerlo crecer junto a su mamá, pero el hecho de que sea difícil no quiere decir que no pueda hacerse.

Hoy Salem tiene dos semanas, parece que crece adecuadamente y se está poniendo muy guapo.

¿Y cómo se hace? pues a base de muchos cuidados y atención continua... Es casi como tener un bebé en casa.... Biberones cada tres o cuatro horas, de día y de noche, calor, mimos y unas cuantas atenciones básicas más.

Para criar a un gato a biberón hay que armarse de paciencia. Puede ocurrir que el pequeñito no quiera o no sepa succionar, entonces, durante al menos unos días habrá que hacerse con una jeringuilla para alimentarlo y os aseguro que eso acaba casi con la paciencia de cualquiera... pero...

En las tiendas especializadas venden unos bibis con una tetina minúscula, ideales para estos casos, y leche en polvo, que se prepara de la misma forma que las leches para bebés. Vienen con las instrucciones para mezclar en la proporción adecuada con agua y hacer una leche ideal para nuestro pequeñajo.

Generalmente se indica la cantidad que debe tomar el gatito al día, aunque yo soy partidaria de usar ésto como referencia y alimentar al enano a demanda, como a los bebés humanos cuando toman el pecho.

Como los esfínteres del gatito aún no están maduros no son capaces de hacer pis o caca por sí mismos y hay que estimularlos... Sí... vaya faena... pero no nos queda otro remedio. ¿Cómo se hace?, pues con un algodoncito o trapo humedecido frotando delicadamente la zona anal, que hay que mantener muy limpia siempre para evitar infecciones. Las toallitas de bebé me han resultado muy útiles.

Yo he utilizado un biberón normal, cortando la punta de la tetina 
del biberón grande y adaptando a ella del biberón mini.  En el grande
 es mucho más fácil hacer la mezcla de polvo y agua y se maneja mejor.

Otro punto importante es mantenerlo calentito. Lo mejor es mantener la temperatura de la cama con una manta eléctrica al mínimo, pero yo no tengo, así que he estado usando las bolsas para hacer hielo, rellenas de agua, que caliento periódicamente en el microondas, más o menos cada vez que le doy el biberón al gatito.


Hacia los siete o diez días, abrirá los ojos, ¡todo un acontecimiento! además, empezará a moverse más y a estar más ratos despierto. Conviene estimularle, tocarle, darle mimos y caricias para que se acostumbre al tacto y a su entorno, además es casi imposible mantenerse alejado de un peque tan esponjoso y delicado ;-)

El gatito tendrá los ojos de color azul grisáceo, no quiere decir que
sea su color definitivo. Los lactantes mantienen ese color hasta que
empiezan a comer otros alimentos.

Más adelante, la "cunita" se le quedará pequeña. Estaría bien proporcionarle un entorno adecuado, por ejemplo una caja de cartón grande donde tenga un poco más de espacio para moverse pero que esté bien seguro. Debería tener una zona para dormir limpia y caliente y otra para jugar con objetos blandos de colores que estimules sus sentidos.

Hacia las cuatro semanas empezará a comer alimentos sólidos. Podemos introducirlos poco a poco: primero un poco de comida blanda mezclada con leche, luego sola y luego vamos introduciendo el pienso poco a poco, mezclado con la comida blanda y luego solo. Recordad que hay que elegir siempre comida adecuada para cachorros que tiene todas las vitaminas y  nutrientes que necesitan para su desarrollo en esta etapa de su vida.

Una ventaja de los gatos es que son increíblemente listos. Casi no hay que ayudarles a adaptarse porque tienen un instinto muy desarrollado para todo y son bastante independientes. Por ejemplo, normalmente a partir del mes o mes y medio, basta con que pongas al gatito sobre un recipiente con arena para que sepa que es ahí donde debe hacer "sus cosas". Puedes ayudarle poniendo en un lado de su cajón de arena un poco de papel impregnado de su orina. Me maravilla lo inteligentes que son... en serio... a mí todavía me cuesta hacerle entender a mi perrita, que tiene casi un año, que por las noches no puede hacer pipí en casa...

Aunque estos consejos pueden serte muy útiles, conviene no olvidar que quien de verdad sabe de esto son los veterinarios, así que, si todo va bien, no los vas a necesitar hasta que sea el momento de vacunarlo, pero si notas algo raro, o te parece que algo no funciona bien, no dudes en consultarle cuanto antes.

Los dos gatitos que crié en verano fueron adoptados, ¡por mis vecinos!, así que los puedo ver con frecuencia y me satisface muchísimo ver cómo van creciendo.... ¡están de guapos! :-)

Bart (el dorado) y Lisa (la gris) el día que los acogí

Salem se irá pronto también. ya tiene una nueva mamá adoptiva que se lo llevará en cuanto coma por sí mismo... espero poder verlo también de vez en cuando y que me manden muchas fotos... le echaré de menos, pero tengo que ir dejando hueco para el próximo animal en apuros que me necesite ;-)






Aquí mi perra Amber, cuidando de Bart y Lisa 
¡que ya no paraban quietos un momento!

1 comentario: