sábado, 18 de enero de 2014

El vínculo

Acabo de ver un bonito vídeo de la Fundación Affinity sobre el vínculo que se cre a entre mascotas y personas. Me ha emocionado, sí... me doy cuenta de que no soy "la loca de  los bichos" que como yo, hay mucha gente, y es que la especial relación que se establece entre una persona y su mascota es muchas veces más fuerte de la que somos capaces de desarrollar con algunas personas.

Cada uno de mis animales es diferente, algunos son más independientes que otros, unos me buscan con màs frecuencia y otros con menos, pero ese vínculo existe con cada uno de ellos.


Quiero contaros la historia de Amber, mi perrita beagle, la que tuvo hace poco una camada de siete preciosos cachorritos,( por cierto, si aún no lo habéis visto os invito a que le echéis un vistazo al vídeo del embarazo y parto de mi niña... emocionante...) y de cómo se creo ese vínculo entre nosotras. De todos, ella es la más dependiente, la que más me necesita, no porque tenga ningún problema, ni físico ni psicológico, es, simplemente porque ella es así. Recuerdo el día que la tuve por primera vez en mis brazos. Estaba muy asustada, acababan de separarla se su mamá y de sus hermanos para llevarla a una casa extraña y se sentía perdida. yo sentí esa inseguridad y la abracé, la coloqué dentro de mi chaquetón, allí, casi pegada a mi piel, junto a mi corazón, y se tranquilizó de inmediato. En ese momento la magia estaba presente, lo noté, fue como un relámpago, como una corriente eléctrica que nos fusionó de una manera tan especial que sólo es comparable al momento en que a una madre le ponen en los brazos por primera vez a su hijo recién nacido, ¡y sé de o que hablo!



Ella es la más sensible de todos, la que nota siempre cual es mi estado de ánimo, la que me abraza más, la que siente lo que yo siento y actúa según esos sentimientos... Ahora mismo está tumbada en mi regazo mientras escribo, y eso que ya pesa sus buenos 14 kilos :-), y yo me siento feliz.


Cuando ella fue mamá, me sentía emocionada y asustada. Tenía tanto miedo por ella... Recuerdo haber habado de esto con mi madre, haberle contado que entendía, ahora, ligeramente y salvando las distancias, cómo podía sentirse ella cuando se aproximaba cada uno de mis tres partos.

Dicen que para que un abrazo despliegue todos sus efectos terapéuticos debe durar al menos 20 segundos. ¿Cúantas personas están dispuestas a darte uno así de largo? AMber, o cualquiera de mis otras mascotas lo están. Tu perro, en especial, es feliz cada vez que le abrazas no sólo 20 segundos, si no minutos u horas.... ¡aprovéchate de ese beneficio!

Os dejo el vídeo para que lo difrutéis :-)

http://www.fundacion-affinity.org/observatorio/?page_id=3867#prettyPhoto

No hay comentarios:

Publicar un comentario