miércoles, 15 de enero de 2014

¡Hora del baño!

Ayer salí al campo con mis perros. No hacía un día especialmente bueno, viento, lluvia ligera.... pero a ellos les gusta mucho pasear por el campo mojado, se despiertan todos sus sentidos, los olores deben ser mucho más intensos en estos días y para estas "narices con patas" que son mis beagles, estos días son todo un regalo olfativo. El caso es que por donde nosotros paseamos hay muchos otros animales, vacas, caballos, e incluso jabalís y, como es lógico, por donde pasan pues van dejando también su "huella". En un momento, tenía a los tres perros impregnados de un penetrante olor a ¡estiércol de vaca! Seguro que a ellos les huele a Chanel nº 5, pero a mí.... puaj! No tenía más remedio que armarme de paciencia y meterles a todos en el baño.

No suelo bañarlos con demasiada frecuencia, porque no es bueno para su pelaje. Tienen el pelo corto y, normalmente con un buen cepillado es más que suficiente para que se mantengan limpios durante más de un mes, pero lo de ayer exigía medidas más drásticas.

El momento de bañar a tu perro puede ser una experiencia maravillosa o convertirse en una pesadilla según lo afrontes. Para hacer que todo vaya sobre ruedas, os voy a dejar unos cuantos consejos.

Lo primero es hacer que el perro entienda que el baño no es un castigo, que se trata de algo normal, casi un premio. Yo preparo bien todo antes de ponerme a ello. Cojo las toallas, me cambio de ropa (es casi inevitable acabar tan mojado como ellos) y preparo el champú, las toallitas para los ojos y las orejas...

Es importante que el agua esté templada, que no les queme pero tampoco les produzca sensación de frío, como a los bebés. Prepara algunas chuches para ir dándoselas mientras le bañas, a la vez que le hablas con voz tranquila y le acaricias. necesitarás un champú específico, porque los que están formulados para las personas pueden alterar el PH de su piel que no es igual que el nuestro. Empieza mojando bien todo el pelaje y cierra el grifo, ponle el champú y frota su cuerpo suavemente con las manos, para que le resulte agradable, como un masaje. Muchos perros intentan revolverse, salirse de la bañera y están dispuestos a redecorar el baño salpicando espuma a diestro y siniestro, por eso yo prefiero dejarles el collar puesto, lo que me permite sujetarlos mejor sin hacerles daño. ¡Cuidado con los resbalones! Si ves que tu perro se pone demasiado inquieto a la hora de bañarlo, prueba a meterte con él en la bañera, le sujetarás mejor y le darás confianza. Mientras le masajeas con el jabón, háblale, dale alguna chuche cuando esté tranquilo, poco a poco se irá sintiendo más cómodo. Lo importante es hacerlo despacio, sin prisas, tratando de disfrutar del momento. No olvides que si tú estás nervioso o ansioso se lo trasmitirás a tu amigo.

Si tu perro tiene el pelo largo y se le enreda, usa una crema acondicionadora específica que te ayude a deshacer los nudos, pero no te empeñes en peinarlo mientras está mojado, puedes dale tirones y estropear su pelo, es mejor esperar a que esté bien seco.

Hay que aclarar bien el champú, y despues intentar "escurrir" la mayor cantidad de agua posible pasando las manos hacia atrás y hacia abajo en dirección del crecimiento del pelo. Empapa con una toalla el resto de la humedad y... ¡Deja que se sacuda! vuelve a pasarle la toalla y después, deja que se seque al aire, dentro de casa, en una habitación donde haga calorcito para que no se enfríe. El secador puede ser una opción si tu perro está acostumbrado a él desde pequeño, pero por el ruido que hace puede estresarlo mucho, así que yo soy partidaria de dejarlos que se sequen al aire. una vez estén secos es el momento de cepillarlos para quitar los pelos muertos o desenredar si hay nudos (recuerda, no mientras esté mojado o húmedo)

Cuando acostumbras a un animal al baño mientras es peque, después es mucho más fácil que sea una buena experiencia para los dos. Hazlo poco a poco, tratando de hacerle entender que es una experiencia agradabe a base de estímulos pisitivos como son las caricias y las chuches, háblale con tranquilidad y controla tu estrés, porque si estás nervioso ellos lo sienten. Firme y tranquilo.

Así baño también a mi gata Perla. Morfeo o Phin no suelen necesitarlo, pero ella tiene una fijación tremenda por meterse debajo de los coches y rebozarse en los sitios más sucios que puedas imaginar, por eso, con más frecuencia, necesita un bañito... la primera vez que la bañé, acabó aquello como el Rosario de la Aurora, pero poco a poco también ella se ha ido acostumbrando al baño ;-)

Tiene una carita de resignación...


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