miércoles, 4 de enero de 2012

¿Enjaulado?

Ayer estaba leyendo un libro de Cesar Millán. La verdad es que admiro mucho su forma de ver nuestra relación con los animales y la facilidad innata que tiene para educar a los perros. Creo que su método de enseñanza es muy bueno, pero, y sin ser una experta en la materia, hay cosas que matizaría un poco.

Ya os comentaba que en casa siempre ha habido perros, y todos han sido bastante equilibrados, cada uno a su modo, pero jamás los hemos encerrado en jaulas. Entiendo, de verdad, que los perros son perros, como yo misma os decía, que no hay que tratarles como humanos, pero lo de las jaulas en casa... ufff, no sé...

Estoy de acuerdo en que a un perrillo siempre hay que marcarle límites claros. Bueno, soy madre de tres chavales y con ellos he hecho lo mismo. Los límites aportan seguridad, igual que las rutinas. Estoy igualmente a favor de dotar nuestras casas de vallas como las que se usan para los bebés, delimitar espacios por seguridad, pero lo de las jaulas... ufff a mí se me sigue haciendo un poco fuerte...

Nunca he visto una jaula en casa de mis amigos o conocidos que tienen perro... igual es simplemente que no estoy acostumbrada pero es que yo soy más partidaria de otro tipo de "cerramientos".

Si tu perro llega a casa de cachorro, es muy importante indicarle desde el principio qué espacios y cuales no puede usar en la casa. Yo tengo gatos que se pasean libremente por todos lados, mi casa está enteramente "adaptada" a prueba de niños y mascotas, en mi caso sólo le prohíbo entrar en los baños y en la cocina porque me parecen lugares potencialmente peligrosos para él. Por supuesto, me he resignado a no tener plantas en casa, tengo los cables tapados o escondidos, y mis muebles... bueno, son baratillos, de Ikea, pero mi casa es como yo quiero que sea porque a mí  me gusta compartirla con ellos, casi en su totalidad. Ello no significa que les permita hacerse dueños de la situación, que se conviertan en los amos de la casa, no. Pero creo que cada uno decide hasta donde les permite, y les enseña los límites de su propio hogar.

Mi perrillo ya se queda solo, bastante tranquilo, le dejo en el salón que es la parte más caliente de la casa (en la sierra hace bastante rasquilla y como la vida la hacemos sobre todo en el salón es la zona más caliente de la casa. Allí tiene su cama esponjosa, con su mantita y sus juguetes, su cacharro con agua y su empapador para "ir al baño" cuando lo necesita mientras no estoy a su lado. Bueno, de momento va bien, igual me estoy equivocando y acabo convirtiendo a mi cachorro en un tirano... no me ha pasado antes, pero...

En fin, no es que quiera tratar a mi perro como a uno de mis hijos, pero en esta "casa de locos" TODOS tienen su sitio, sus límites y normas de acuerdo con su... digamos "Status" y de momento no he metido a nadie en una jaula...

¿que opináis?

1 comentario:

  1. No puedo estar más de acuerdo contigo. Yo solo tuve un perro una vez, una schnauzer gigante llamada Dona.

    La tuve de cachorra y costó lo suyo que se acostumbrara a los límites, pero como bien dices: todos tenemos límites, y en la convivencia hay que respetarlos.

    Lo de las jaulas... lo dejo para las que cada uno se monta en su cabeza. ;-D

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